domingo, 29 de julio de 2012

El Fogón


Desde las noches del hombre primitivo, este aprendió que era bueno, y necesario reunirse, que el fuego era útil, daba luz y calor, extendía el sentido de la vista en la oscuridad que lo rodeaba. Cercado por sus propios temores descubrió y valoró la compañía del otro. Aprendió a agruparse, de noche a cielo abierto en torno al fuego.
En estas circunstancias el fogón nos pone en contacto con las más primitiva y elemental experiencia humana. El hombre frente a un universo infinito, empequeñecido y necesitado de compañía, porque la piel que lo encierra lo limita a agudizar sus sentidos ante las acechanzas de lo que no puede ver y su mente le cuestiona.
La noche y el fuego cobraron valor de símbolos. La primera, de lo que eterno, de lo que no conocemos, de lo que no tiene limites, el segundo, de lo que podemos ver y sentir, la luz y el calor la vida, el amor... Las llamas dejan ver rostros y almas que comparten un momento.


Fogón es una reunión al fuego de un grupo de personas, en el cual los asistentes reunidos hablan, dicen o expresan lo que sientan es ese momento, dentro de un marco determinado, por ejemplo un campamento o una actividad de jornada completa que termina con un fogón. La característica de este tipo de fogón es la espontaneidad, la improvisación y por sobre todas las cosas el carácter de unidad grupal. Esta es una de las acepciones del concepto fogón.

Hay distintos tipos de fogones: fogón reflexivo, recreativo, espontáneo, temático, dirigido entre otros.


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